Colesterol bueno y colesterol malo
El colesterol es un tipo de grasa necesaria para el adecuado desarrollo de múltiples funciones de nuestro organismo.
Pero ni todo el colesterol es bueno ni todo el colesterol es malo. En líneas generales, el colesterol HDL (el bueno) es el que producimos nosotros mismos, y se encarga de contrarrestar el colesterol LDL (el malo) procedente de un exceso de grasas saturadas en la alimentación.
Está claro, pues, que para tener un colesterol en sus niveles saludables, hay que comer más alimentos que suban el colesterol bueno, y menos de los que suben el malo. Para dejarlo más claro: más verduras y menos embutidos; más frutas y menos pasteles; más pescado (mejor azul) y menos grasa de la carne; más frutos secos (¡nueces!) y menos huevos fritos.
Y, si necesitamos una “ayuda adicional”, conviene saber que podemos contar con un eficaz aliado: los suplementos de la dieta a base de omega-3, que sirven para complementar nuestra alimentación, haciendo más provechosos nuestros esfuerzos por mantener el colesterol a raya.
HIPERCOLESTEROLEMIA Y DISLIPEMIA
La hipercolesterolemia se define como la presencia de colesterol en sangre por encima de los niveles considerados normales. La dislipemia son alteraciones lipídicas que incluyen la hipercolesterolemia y la trigliceridemia. Su prevalencia en la población general está entre el 30 y el 51%.
CAUSAS DE LA HIPERCOLESTEROLEMIA
PREVALENCIA Y SINTOMATOLOGÍA
En torno al 30-51% de la población española sufre alteraciones lipídicas. El 46,4% de las personas afectadas no notan ningún síntoma, aunque el 64% de ellos refiere haberse medido el colesterol en el último año. Los síntomas tardíos que más frecuentemente se asocian a la hipercolesterolemia son:
- Xantomas (depósitos de grasa en la piel) en manos, codos, rodillas, tobillos, alrededor de la córnea del ojo…
- Xantelasmas (depósitos de grasa) en los párpados
- Calambres en las pantorrillas al caminar
- Llagas en los dedos de los pies que no curan
- Dolor torácico (angina de pecho)
- Síntomas de accidente cerebrovascular